Aquí tienes las mejores fotos e imágenes del partido de Promoción de Ascenso a Liga Nacional 16-17 entre nuestro Juvenil A y el CDJ Picanya.
Varios fueron los jugadores de la Escuela que acudieron a animar a nuvestro Juvenil A.
Habla por sí solo, #SomosAzules.
Como un reloj suizo, así ha funcionado un Juvenil A donde su cuerpo técnico no dejaba nada al azar.
El CDJ Picanya llegó con ganas, sin darse por derrotado y esa decisión ya se vio en el calentamiento.
La calma previa a la tempestad. El calentamiento. Concentración como nota predominante.
Calma tensa. Esos momentos donde el entrenador queda ya en un segundo plano. Es el momento de los jugadores.
"El corazón del Club late con vosotros", rezaba una pancarta en Beniferri.
Es el momento de los jugadores. Trabajo hecho de parte del cuerpo técnico, en los momentos previos al inicio del partido.
Prolegómenos. Tensión, adrenalina, nervios...
Los capitanes y el trío arbitral se saludaron deportivamente antes de discernir qué equipo tendría la primera posesión del encuentro.
La piña, últimos momentos. 11 en el campo y más de 700 apoyando.
El partido empezó y el protagonista, el balón.
Ocasiones que llegan, instantes de esperanza que se viven a metros de distancia.
El fragor de la batalla. Disputas entre rivales, que incluso en el pasado fueron compañeros.
Momentos de pausa, de reponer fuerzas. De consecuencias de una guerra deportiva.
Llegar más arriba, dejar atrás al rival, aparecer en el momento justo y mirar adelante para anticiparse.
Tensión, la palabra que más se siente en un banquillo.
Descanso. Todo por resolver, cosas que reajustar sin perder la concentración.
La afición estuvo muy presente. Sin ellos, esta Promoción no habría sido lo mismo. En Picanya dieron alas, en Beniferri lo sentenciaron.
Conjuras previas. Mientras queda vida hay esperanza, y tanto que la hubo...
Empezar golpeando, una máxima que ha acompañado al Juvenil A toda la temporada. Segundos de la reanudación y una cosa en mente: portería rival.
Los banquillos, ese lugar donde se puede llegar a mirar casi de la misma forma pero con un prisma totalmente diferente.
Una pausa, un momento de calma. Reponer fuerzas. Seguir...
Centímetros que salvan a un equipo. Milímetros que provocan el lamento del otro. El portero del Picanya estuvo inconmensurable.
Momentos del relevo, de dar paso a compañeros para que finiquiten el trabajo.
Últimas fuerzas, la temporada llega a su fin y el físico casi también.
Había mucho en juego, mucha tensión. Pero en el césped la nota predominante fue esta: deportividad.
El gol, ese gol que dio esperanzas. El tanto que nos permitió seguir soñando con un ascenso que cada vez estaba más cerca.
Y por fin, ese momento de celebrar un ascenso que empezó a trabajarse el 10 de agosto. Muchos meses de trabajo reflejados en estas caras de felicidad. Porque sí, el CF San José es de Liga Nacional.