Hasta cinco equipos se han quedado a un pequeño paso, ya sea del objetivo o de los sueños que se hayan ido presentando durante la temporada.
Las temporadas son largas, nunca son fáciles y los objetivos marcados cuando el sol acucia en esas primeras sesiones siempre son ambiciosos. Es por ello que la situación en la que quedan los conjuntos azules, principalmente en edades avanzadas, es complicada en términos competitivos. No por ello, dejamos de estar orgullosos de la gran progresión que han tenido todos y cada uno de los equipos que participaron en los objetivos. Y más aún, como es el caso, cuando te has quedado con la miel en los labios.
Uno de los casos más llamativos ha sido el de un Juvenil A que peleaba por entrar una tercera vez de forma consecutiva en la promoción a Liga Nacional Juvenil. La temporada tuvo altibajos y momentos clave que se decantaron del lado rival. En este punto es en el que la promoción quedaba lejana. Una gran racha ante los rivales de arriba se cortó y ahí las esperanzas decayeron. Pese a ello, el grupo siguió compitiendo esperando un fallo de los equipos en promoción que nunca llegó. Así, estos chicos consiguieron auparse en la última jornada a una tercera posición que les dejaba viendo muy de cerca esa ansiada plaza de promoción.
Similar es el caso del Cadete D. Pero para ellos quizás más doloroso porque lo tuviste en tu mano y dependías de ti mismo. El cuadro azul llegó a unas cuantas jornadas para el final totalmente vivo, con opciones de conseguir ese ascenso de 2ª Regional. Pero el infortunio se topó con los nuestros cuando, frente a los rivales punteros de la clasificación, ellos fueron quienes se llevaron el gato al agua. En una liga donde prima la regularidad y vencer a tus más directos rivales, este último aspecto no se pudo lograr hasta el punto de morir en la orilla. Una pena, sobre todo porque el equipo exhibía un fútbol "made in San José" con el buen trato al balón por bandera.
Y aquí un punto y aparte claro. Equipos formativos de Fútbol 8. Conjuntos sin ningún tipo de objetivo más allá del de pasarlo bien mejorando en torno al balón. Azules que de repente vieron tan cerca el cielo que pensaron: ¿y si vamos a por él? Y así fue, estos pequeños intrépidos se lanzaron como cosacos a por una hazaña ardua pero quien sabía si conseguible. Los benjamines D y F trataron de lograr un campeonato de liga que se les quedó en el camino frente al que a la postre fue campeón. Esa batalla a dos partidos para el final del Benjamín D recordada por todos contra el At. Amistat definió un campeonato de liga en el que los nuestros exhibieron un gran juego durante toda la temporada, incluído ese encuentro. Asimismo, el Benjamín F tan solo abdicó frente al campeón en una temporada impoluta. Una batalla final demasiado prematura en la que ninguno de los dos parecían saber bien lo que podían estar llegándose a jugar. Y para concluir un Alevín G que lo tuvo cerca, empatado a puntos con el segundo clasificado y a seis puntos de un justo campeón. A falta de diez jornadas un punto separaba la primera plaza de nuestros azules, pero los dos duelos clave ante sus competidores más directos no se saldaron de nuestra parte y el sueño no se pudo hacer realidad.